Más de un centenar de personas entierran al CEIP Agustina de Aragón

Este miércoles, el CEIP Agustina de Aragón ha organizado un simbólico entierro de la sardina en el que una maqueta del actual colegio ha sido inhumada para dejar paso a un nuevo centro, con un nuevo comedor y espacio suficiente para todos los alumnos. Además, han mostrado su total rechazo a que varias clases se impartan en el instituto.

Zaragoza.- Más de un centenar de personas se han dado cita para participar en el entierro del CEIP Agustina de Aragón en el patio del colegio. Un acto simbólico con el que la Asociación de Padres del centro ha reivindicado la necesidad de más espacio y de más aulas para poder impartir las clases.

Una idea que ha surgido del entierro de la sardina, típico del carnaval, en el que, como han recordado desde el AMPA del centro, “se queman las malas cosas de este año para que nazcan con más fuerza las del año siguiente”.

En torno a las 18.00 horas, una comitiva de plañideras, un enterrador y un cura han protagonizado una pequeña procesión en la que la atención se ha centrado en una maqueta del actual colegio, que ha sido enterrada entre los llantos de los alumnos. Minutos después se ha destapado un nuevo prototipo de centro, en el que figuraba un nuevo comedor y más aulas.

Este nuevo comedor es, para los padres del centro, la solución a los problemas de espacio del colegio. El presidente del AMPA, Miguel Ángel Moraleda, ha explicado que “si se construyera un comedor en una esquina del patio, el actual podría ser reconvertido en cuatro aulas”.

Moraleda ha remarcado que en la actualidad hay 650 alumnos repartidos en 28 clases. Sin embargo, “el colegio sólo tiene 27 aulas, por lo que ha habido que quitar la de psicomotricidad”, ha asegurado. Además, el presidente del AMPA ha señalado que en el próximo curso escolar van a necesitar 30 aulas, "por lo que habría que utilizar para tal fin la biblioteca o la sala de profesores".

Además, los padres han mostrado su “total rechazo” a la opción de que varias clases se impartan en el instituto porque, “entre otras cosas, no queremos que niños de tres a doce años tengan que convivir con chicos de 17 y 18 años, en vez de que con los de su edad”. A este respecto, el AMPA ya ha recogido 525 firmas de padres como muestra de que no autorizan a sus hijos a pasar al instituto.

“Esperamos tener una solución pronto y podernos reunirnos con la Consejería, pero seguiremos organizando actos para reivindicar soluciones a la falta de espacio del centro”, ha finalizado Moraleda.