Aragón inicia las acciones judiciales para anular los contratos de compraventa de los bienes de Sigena

El Gobierno de Aragón instará la nulidad de los contratos de compraventa de los bienes de Sigena. El Ejecutivo entiende que se rompe la indivisibilidad de un Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional como es el Monasterio de Sijena. La decisión la ha adoptado a la vista de los informes jurídicos y tras una reunión con representantes del Obispado de Barbastro-Monzón y del Ayuntamiento de Villanueva de Sigena.

Zaragoza.- El Gobierno de Aragón instará la nulidad de los contratos de compraventa de los bienes de Sigena (Huesca). La decisión la ha adoptado a la vista de los informes jurídicos y tras una reunión con representantes del Obispado de Barbastro-Monzón y del Ayuntamiento de Villanueva de Sigena.

El Ejecutivo autonómico ha dado instrucciones a sus servicios jurídicos para que interpongan acciones legales ante los juzgados competentes para instar la nulidad de los contratos de compraventa de los bienes de Sigena celebrados en 1983 y 1992.

La decisión se ha adoptado después de escuchar a los representantes del Obispado de Barbastro-Monzón y del Ayuntamiento de Villanueva Sigena y de común acuerdo con ellos.

El Gobierno de Aragón, a la vista de los informes de los servicios jurídicos, considera que la venta de esos bienes es nula de pleno derecho por entender que rompe la indivisibilidad de un Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional como es el Monasterio de Sijena. Además, no consta que a esa venta precediera autorización de ninguna de las administraciones competentes.

La sentencia del Constitucional señaló, trece años y medio después de interponerse un recurso por parte de Aragón, que prevalecen los derechos de la Comunidad catalana, ya que a ésta le corresponde ejercer la competencia sobre bienes patrimoniales depositados en su territorio con independencia de su lugar de origen.

Los bienes habían sido depositados por la Orden de San Juan de Jerusalén, que ocupaba las dependencias del Monasterio de Sigena, en diversas instituciones museísticas catalanas a causa del deterioro y destrucción del Monasterio, especialmente después del incendio sufrido en 1936.

En 1983, la Generalitat adquirió parte de esos bienes a la citada Orden religiosa, que en 1970 se había trasladado a Valldoreix (Barcelona), los cuales fueron depositados en el Museo Diocesano de Lérida; en 1992, se compraron otros bienes que habían sido previamente depositados en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) y en el Centro de Restauración de la Generalitat catalana.