Zaragoza.- La ampliación del Gobierno de Zaragoza por parte del alcalde Juan Alberto Belloch tiene en Roberto Fernández a uno de sus principales protagonistas. El histórico concejal será el encargado de llevar la batuta de la recién creada consejería de Acción Social e intentar dinamizarla pese a la crisis y los grandes recortes que se han llevado a cabo en todas las áreas municipales.
Pese a no estar del todo satisfecho con la dotación presupuestaria, el edil socialista destaca el esfuerzo por mantener la consignación y se compromete a que los desfavorecidos de la ciudad serán su máxima prioridad.
Funcionario de carrera y militante del PSOE desde el año 1977, Roberto Fernández acumula experiencia política y ha sido diputado desde 1987 a1991 en las Cortes de Aragón. En el Ayuntamiento fue jefe de la Alcaldía con Ramón Sainz de Varanda y Antonio González Triviño. También ha desempeñado otros cargos en la DPZ bajo la presidencia de Javier Lambán y ha estado vinculado al área orgánica del partido donde ejerce como coordinador electoral desde hace más de diez años en Zaragoza.
Pregunta.- ¿Cómo reaccionó al enterarse de que formaba parte del equipo de gobierno?
Respuesta.- El alcalde ya se había pronunciado sobre la necesidad de reforzar Participación Ciudadana y Acción Social por lo tanto fue una sorpresa contenida. Tenía bastantes esperanzas de que pudiera recaer sobre mí esta responsabilidad.
P.- ¿Cómo afronta el reto?
R.- Es un momento difícil económicamente y uno de los aspectos que más sensibiliza a la población es la Acción Social. Por ello, las instituciones públicas tienen que ser un referente y Zaragoza tiene que ser una ciudad responsable en la materia. El presupuesto se mantiene en esta área, lo que demuestra la sensibilidad del Gobierno local y del alcalde en este sentido.
P.- ¿Está satisfecho con la consignación?
R.- Nadie puede estar satisfecho sin poder mejorar sus partidas año tras año. A pesar de que todas han bajado, la nuestra se ha mantenido. La vamos a gestionar con responsabilidad y llegando a todos los lugares que nos permita.
P.- ¿Qué legado les han dejado en la materia?
R.- El esfuerzo que se ha hecho en Zaragoza en los últimos 30 años ha sido muy importante. Los ayuntamientos, desde los inicios de la democracia, están llamados a dar una serie de atenciones en materia social, que no están recogidas en sus competencias. Son las denominadas competencias impropias y pueden salir adelante con convenios de la colaboración del Gobierno de España y Gobierno de Aragón.
P.- ¿Cómo van las relaciones con el Gobierno de Aragón?
R.- La Acción Social no se ejecuta sólo con partidas del Ayuntamiento. El Gobierno de Aragón también colabora con convenios. Estamos a la espera de que la DGA nos diga cuál será su ajuste para determinar el nivel de gasto. El año pasado el Gobierno de Aragón colaboró con el convenio del Ayuntamiento en unos siete millones. En este momento, se especula que su aportación en unos cinco. Es necesario que negociemos, que hablemos, que consensuemos porque tenemos que seguir con su colaboración
P.- ¿Se reforzará la atención a personas dependientes?
R.- Las dependencias y las grandes partidas para ellas dependen del Gobierno de España y son tramitadas por el Gobierno de Aragón. El Ayuntamiento hace los expedientes personales de cada ciudadano que solicita esa subvención. Una vez hecho el estudio, lo tramita a la Diputación General de Aragón para que tenga la debida consignación particular. No es el Ayuntamiento el que destina con carácter finalista, nosotros informamos sobre los expedientes personales.
P.- ¿Se ha solucionado ya la financiación para los proyectos de cooperación al desarrollo?
R.- Una de las grandes líneas de actuación que proclamó Juan Alberto Belloch el día que nombró nuevos consejeros fue precisamente la colaboración y que Zaragoza fuera responsable en cuanto a la Acción Social. Una de las prioridades es la colaboración con las ONG. Ahora estamos terminando de ver cómo se ha liquidado el año pasado y estamos con la máxima voluntad de que no haya un desfase muy grande. Hemos coincidido en hacer un ajuste muy pequeño y hablaremos con ellas en los límites de colaboración que tuvimos el año pasado.
El Plan Estratégico de Servicios Sociales, a finales de mayo
P.- ¿Qué plazos se barajan para aprobar el Plan Estratégico de Servicios Sociales?
R.- A finales de mayo, principios de junio podríamos estar en disposición de ofrecer esa apuesta a los ciudadanos. El Plan Estratégico son las líneas de actuación que tendremos. La colaboración con la ONG, la drogodependencia, las mujeres tienen que ser las prioridades. También estaremos detrás del tratamiento a los inmigrantes.
P.- ¿Qué balance hace de su trayectoria como concejal de Deporte?
R.- Aunque no sea muy prácticamente han sido nueve meses de mucha ilusión. Tengo gran sensibilidad con los deportes, me gusta unos que es minoritario como el balonmano y soy zaragocista, gran seguidor y accionista minoritario. Zaragoza tiene unos equipamientos municipales deportivos de lo mejor, muy por encima de la media nacional. El grado de satisfacción ciudadano está en el 8, en una escala del 1 al 10. Nuestra voluntad es mantener el volumen y la calidad de los equipamientos.
P.- ¿Habrá nuevas inversiones?
R.- El decreto de ajuste del Gobierno central impide que haya este año inversión nueva. Pero recuerdo que venimos de un período expansivo, en el que la ciudad, a través de diferentes planes, ha pasado a tener equipamientos deportivos que son la envidia de ciudades similares a Zaragoza en España. Hay 22 equipamientos deportivos de césped artificial, que no los tiene ninguna ciudad. Sólo su mantenimiento para que estén en las mejores condiciones es prácticamente una inversión en sí misma.
P.- ¿Se pondrá en marcha la construcción del nuevo campo de fútbol?
R.- Lo primero esperemos que el Real Zaragoza permanezca en Primera. El Ayuntamiento ahora no tiene para hacer esa inversión de 270 millones que necesita el nuevo campo. Ese dinero es muy necesario en materia social. La Romareda está en perfectas condiciones para que se pueda jugar en categoría nacional. Tiene todavía unos años de vida. Tendremos que aguantar sin necesidad de meternos en una trinidad, que nadie sabe cómo se puede pagar y no se puede hacer ninguna locura en esa materia. Con el tiempo, veremos si es necesario remodelar La Romareda o construir un nuevo campo.
