Aparece entre la maleza el cadáver de la joven asesinada por un suicida

El cadáver de la joven que desde el sábado se buscaba en las inmediaciones de la N-330 ya ha aparecido. Así lo han confirmado fuentes policiales que han asegurado que se encontraba entre la maleza y cerca de un túnel en María de Huerva. La búsqueda de Natalia A.L., de 29 años, comenzó a raíz de la confesión del supuesto homicida en una carta de despedida tras suicidarse.

Zaragoza.- Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han localizado el cadáver, con visibles signos de violencia, de la joven a la que, supuestamente, Juan Manuel G.B. asesinó antes de suicidarse y confesar el crimen.

Las labores de búsqueda y rastreo del cuerpo sin vida de la chica comenzaron el sábado por la noche tras descubrir que un joven de 27 años se había suicidado de un disparo en la cabeza en el zaragozano barrio de Valdespartera. Éste aseguraba que había matado a una mujer con la que mantenía algún tipo de relación y que se había deshecho de ella en las inmediaciones de la N-330, entre las localidades de María de Huerva y Muel.

Finalmente, ha sido hallada entre la maleza y cerca de un túnel situado en el término municipal de María de Huerva. Todavía no ha sido identificada, aunque todo apunta a que corresponda con Natalia A.L., de 29 años, cuya desaparición fue denunciada ante la Comisaría de la Policía Nacional en San José.

El juez de guardia se ha trasladado hasta el lugar para el respectivo levantamiento de cadáver, siendo trasladada por la Hermandad de la Sangre de Cristo al Instituto de Medicina Legal de Aragón, donde se le realizará la autopsia que determinará las circunstancias exactas de su muerte.

En el operativo, que iniciaron las brigadas de Científica y Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, también ha participado la Guardia Civil, un helicóptero de la Unidad Cóndor y dos perros de la unidad canina de Madrid, especializados en la búsqueda de cadáveres. En total unos cien efectivos.

Una nota en la que confesaba el crimen

Todo comenzó a las 20.30 horas del sábado tras una llamada a la Policía Local de un viandante que observó un vehículo mal aparcado en la Calle Centauros del Desierto. En él había una funda de escopeta  y estaba lleno de papeles.

Otra llamada posterior comunicó la presencia, a unos pocos metros del vehículo, de una persona tendida en el suelo junto a una escopeta –al parecer de su padre– en lo que aparentaba un suicidio, tal y como admitía la carta hallada en el turismo.

En esa misiva Juan Manuel G.B. se despedía, advirtiendo de que hallarían el cuerpo de una joven en un punto inexacto cercano a la N-330, entre las localidades de Muel y María de Huerva.

Ante esta situación, y de forma inmediata, el Cuerpo Nacional de Policía abrió una investigación y comenzaron las entrevistas a familias y amigos, ya que, en un primer momento, se sospechaba que fuera su novia, si bien posteriormente se descartó.

"Era nuevo en el vecindario, era un chico normal"

Juan Manuel G.B. había sido militar y actualmente trabajaba repostando combustible de aviones en el aeropuerto de Zaragoza. Al igual que la víctima, el paradero de este joven de 29 años no se conocía desde el sábado.

En el domicilio en el que vivía, en la avenida César Augusto de Zaragoza, pocos lo conocían y es que vivía allí desde el mes de julio. Sin embargo, todos lo definen como un chico normal y educado. La sorpresa ante la noticia ha recorrido todo el vecindario.

Clara era uno de estos vecinos, quien casualmente vivía en el piso contiguo y compartían casero. De él ha señalado que era un vecino “como cualquier otro” con el que coincidía en los espacios comunes y que “siempre tenía una actitud amable”.

También ha señalado que vivía solo, pero que una chica, supuestamente su novia, le ayudaba en la mudanza y decoración del piso.